INCENDIO, VALPARAISO, 3 DE FEBRERO DEL 2007





El gigantesco incendio en el barrio histórico de Valparaíso, en Calle Serrano, costó la vida de 4 personas, debido a una explosión de gas en la madrugada del 3 de febrero del 2007. 

Los primeros informes wntregaron un saldo de 5 víctimas mortales y en al menos 30 los desaparecidos.

En los dos días siguinetes a la tragedia, aparecieron algunos de los desaparecidos que habían sido llevados a albergues o que se encontraban fuera de la ciudad aquel día del incendio.

Tras la explosión y posterior incendio, dos antiguos edificios se derrumbaron, otro se incendió y un cuarto resultó con severos daños estructurales. También resultaron dañados algunos locales comerciales y edificios vecinos, mientras un grupo de viviendas de los cerros de Valparaíso resultaron afectadas por la onda expansiva de la explosión.

En el siniestro y remoción de escombros operó una gran grupo de bomberos, Carabineros, infantes de marina, soldados del Ejército y peritos de la policía de Investigaciones.







Balance incendio en Valparaíso: 11 personas desaparecidas y tres muertos

(Diario El Mercurio, 4 de febrero de 2007)

Tal como se había anunciado, pasadas las 19:30 horas el gobernador provincial de Valparaíso, Ricardo Bravo, entregó el balance oficial de víctimas tras el incendio que ayer en la mañana devastó un sector de alto valor patrimonial, en calle Echaurren.

"Se ha logrado establecer conjuntamente entre Investigaciones, Carabineros y Bomberos que existen hasta el momento reportadas 13 personas desaparecidas, de las cuales ya podemos decir que hay dos que han sido encontradas vivas en otros puntos de la ciudad. Y hasta el momento, por lo tanto, hay 11 personas que se encuentran desaparecidas", informó Bravo.

Asimismo la autoridad provincial confirmó que se han encontrado tres cuerpos, y explicó que "dos de ellos (están) completamente calcinados, en uno de esos casos hay una mutilación, y por lo tanto los peritos correspondientes que estableció la fiscalía van a establecer las identidades (...) Hay un tercer cadávaerr que se encontró, ha sido identficado y corresponde a don Eliseo Angel Páez León, de 59 años.

"Por lo tanto, hasta el momento se encuentran 11 personas desaparecidas, tres cadáveres encontrados y dos de ellos por identificar", reiteró el gobernador.

Ricardo Bravo también anunció que mañana lunes, a partir de las 8:00 de la mañana iniciará faenas en la zona de la tragedia una compañía de demolición, "para poder acelerar lo que son las tareas de remoción de escombros, con la supervisión de Bomberos y las autoridades policiales, de personal especializado en la búsqueda de personas".



Barrio histórico de Valparaíso: de la opulencia al deterioro

(Diario La Tercera, 06-02-2007)

Ocupados en su inicio por la clase acaudalada e inmigrantes italianos, ingleses y franceses, los inmuebles se convirtieron en un núcleo comercial y en departamentos de bajo costo.

La calle Serrano -llamada a fines del siglo XIX “La Planchada”- era la más propicia para que la emergente clase acomodada de la época instalara sus negocios: estaba ubicada a pocas cuadras del puerto, de la Aduana y de la Bolsa de valores. Fue el periodo de mayor esplendor de la arteria. Las familias de clase alta de origen francés, italiano e inglés construirían allí sus palacetes, mulando la moda europea. Desde sus balcones contemplaban el ir y venir de las embarcaciones en el puerto.

“Las familias más destacadas vivían aquí. Los principales hombres de negocios cerraban acá sus acuerdos. Esta fue la primera calle empedrada de Valparaíso, la primera donde se construyeron negocios y el mejor lugar para vivir de la clase acaudalada”, narra Ana María Ojeda, historiadora de la Unidad de Patrimonio del municipio. Así como distinguidos descendientes europeos se instalaron en las inmediaciones de Plaza Echaurren, los principales empresarios y políticos de fines del siglo XIX y principios del XX, no tardaron en percatarse de las ventajas que brindaba la ubicación del actualmente denominado casco histórico.

De esta forma, magnates como Matías Cousiño y Joshua Waddington, emplazaban no solo las sedes de sus negocios ferroviarios en este sector, sino también sus lujosas viviendas. Un ejemplo de esta época, es la mansión que ubicada en calle Serrano, albergó a Guillermo Rivera, destacado empresario y político. “Además de las alhajas exteriores e interiores que aun conserva la construcción, se conserva la escalera, construida en ónix, que para la época era un símbolo del lujo, el poder y la acomodada vida de esos residentes”, relata la directora de la Unidad de Patrimonio de la Municipalidad de Valparaíso, Paulina Kaplán .

Otros expositores de esta tendencia es la familia Astoreca, con el palacio que construyó en el barrio puerto y el que más tarde levantó en el Cerro Concepción. “Porque en un principio la gente mas acomodada vivía en el centro, cerca del puerto, para estar cerca de sus negocios. Luego, algunos cerros recibieron principalmente a los inmigrantes, que preferían tener la vista panorámica de Valparaíso y por eso comenzó a escalar los cerros y construir los ascensores para poder movilizarse rápido”, añade Kaplán.

Alrededor de la Plaza Echaurren, al lado de la calle Serrano- creció el barrio histórico. El sector fue el punto de poblamiento del Puerto en el siglo XVI. Después se instalaron la iglesia La Matriz, el mercado y los barrios residenciales de los cerros Concepción y Alegre. En la actualidad el panorama es diferente. A mediados del siglo XX los primeros pisos de los inmuebles del casco histórico -denominado luego el “Barrio chino”- fueron llenándose de locales comerciales, desde sastrerías y zapaterías, hasta tiendas de confección de sombreros.

Serrano mantiene una actividad casi netamente comercial, de pequeñas tiendas de antiguo legado y de vitrinas adornadas al estilo porteño, donde por las noches opera una veintena de bares bohemios. Pero tras esa fachada turística se esconde el grave deterioro en que están los edificios patrimoniales. La explosión y el incendio que afectaron a cuatro inmuebles dejaron en evidencia las precariedades.

Los edificios dañados eran habitados por familias de clase media, clase media baja y cerca de 40 pequeños comerciantes. Un total de 67 locales comerciales y de 88 departamentos resultaron dañados. Las familias pagaban con esfuerzo un arriendo de $ 120 mil y los locatarios $ 300 mil.

El propio edil de Valparaíso, Aldo Cornejo, dijo que los inmuebles de la zona constituyen un riesgo. “Las inseguridades son propias de vivir en un barrio antiquísimo, donde hay instalaciones eléctricas antiguas, instalaciones de agua potable en esta ciudad centenarias y que por lo tanto vivimos expuestos en esta parte histórica y en otros lugares a un incendio o una explosión de gas como la que ocurrió el día sábado, a un derrumbe”, explicó.