TERREMOTO, VALDIVIA - CONCEPCION, 7 DE NOVIEMBRE DE 1837
Carta del Intendente de Concepción, Sr. Manuel Bulnes, al Sr. Ministro del Interior, de fecha 2 de diciembre de 1937:
“Con el mayor sentimiento acabo de recibir la comunicación adjunta del Intendente de Valdivia por la que se anuncia el horrible terremoto que ha sufrido aquella provincia el día 7 del presente. La descripción que se hace de la duración del temblor y sus estragos, manifiestan bien su intensidad; cuya influencia se dejó conocer también en esta ciudad en el mismo día y a las mismas horas, en un movimiento de tierra que aunque no causó daño alguno, fue bastante recio y duró como cuatro o cinco minutos, con la particularidad notable de haberse advertido un pequeño retroceso de la mar hacia su centro en Talcahuano, y haber dejado interrumpido por algunos días el flujo y reflujo de sus aguas”.
(Publicada en : Periódico El Araucano del 8 de diciembre de 1837)
Carta del Intendente de Valdivia, Sr. Isidro Vergara, dirigida al Intendente de Concepción, Sr. Manuel Bulnes, fechada en Valdivia el 7 de noviembre de 1837:
“El gran terremoto que ha experimentado en este pueblo en la mañana de este día, se puede asegurar que sea el mayor de los hasta aquí acontecidos ya que con dificultad podía un hombre sostenerse en pié. Las dos únicas iglesias que había en este pueblo, y todos los edificios fiscales se han arruinado completamente; y si no les han cabido igual suerte a las demás casas de esta población ha contribuido sin duda la circunstancia de ser ellas de madera (...) al saber que no ha perecido una sola persona”.
(Publicada en : Periódico El Araucano del 8 de diciembre de 1837)
Carta del naturalista Claudio Gay al Sr. François Arago, Secretario de la Academia de Ciencias, París, fechada en Los Andes el 18 de diciembre de 1837:
“Señor: En la época de mi permanencia en Valdivia tuve el honor de darle algunas informaciones acerca del terremoto que ocurrió el 20 de febrero de 1835 y que produjo tan espantosos estragos en las provincias de Concepción, Talca, etc. Hoy me hallo en el caso de anunciarle otro todavía mucho más fuerte, aunque las pérdidas ocasionadas han sido considerablemente menores. He aquí lo que he visto o sabido por mis corresponsales de Valdivia y Chiloé. El 7 de noviembre a las 8 horas de la mañana, un temblor se hizo sentir en una gran parte de la República. En el norte fue bastante débil, pero en el sur, y sobre todo en Valdivia y en Chiloé, fue de tal manera intenso que al decir de los habitantes no puede comparársele de ninguna manera al de 1835; las personas apenas podían mantenerse en pie; la mayoría cayó. Las casas de Valdivia, Osorno, San Carlos (Ancud), etc., quedaron más o menos deterioradas, pero no destruidas; debieron su salvación a la flexibilidad de la madera de que están construidas y a su poca altura, pero las iglesias, hospitales, cuarteles y otros edificios fiscales, edificados con piedra, quedaron enteramente derribados y destruidos. En Chiloé, el mar estuvo muy agitado, y en el espacio de media hor experimentó tres especies de flujo y reflujo con violenta rapidez. No pudo penetrar en tierra a causa de los acantilados que bordean los alrededores de San Carlos (Ancud), pero en el interior, donde la playa era bastante extensa, cubrió la tierra cerca de un cuarto de legua. También se hallaron infinidad de grandes grietas que alcanzaron a veces 300 pies de largo por 50 de ancho.
(Publicada en : Feliú, G. y C. Stuardo, Correspondencia de Claudio Gay. Eds. Biblioteca Nacional, Santiago,1962,pp. 21-22)
Epicentro del terremoto: latitud 42,5° S; longitud 74,0° W
Magnitud estimada: >8,0 Richter
Variación máxima del nivel del mar: 2 metros en Ancud
Aunque este terremoto no produjo un tsunami con grandes efectos en Chile, si se propagó por el océano Pacífico, siendo registrado en Samoa, Archipiélago Tuamotu, islas Tonga, Hilo, Hawai, donde murieron alrededor de 50 personas y en Honshu, Japón.