ACCIDENTE AEREO, TRAGEDIA VECINAL, PEÑALOLEN, SANTIAGO, 27 DE FEBRERO DEL 2008








Un avion piloteado por oficiales de Carabineros de Chile y 4 jóvenes ocupantes, se precipita a tierra sobre una cancha deportiva en la Comuna de Peñalolén en Santiago, en la que se encontraba un grupo de personas practicando gimnasia.
La tragedia causa un total de 13 víctimas fatales y más de 10 heridos de diversa consideración.


FALLECIDOS:

• Luciano Castro Adasme (35), capitán de Carabineros y piloto del Cessna.

• Sebastián Rodríguez Torres (23), teniente de Carabineros y copiloto.

• Mauricio Romo Facuse (17), estudiante de mecánica de aviación de Alberto Widmer.

• Manuel Rodríguez Oyaneder (18), estudiante de mecánica de aviación del Colegio Polivalente Paul Harris.

• Israel Miranda Góngora (18), estudiante de mecánica de aviación de Alberto Widmer.

• Francisco Allende Herrera (19), estudiante de mecánica de aviación de Alberto Widmer.

• Ana Álvarez Saavedra, (22), fallecida junto a su hija.

• Elizabeth Molina Álvarez (4), hija de la anterior.

• Silvia Gómez Espinoza (57).

• Ramona del Rosario Espinoza (72), prima de Silvia Gómez.

• Celia Aida Borcosque Plaza (54).

• Mariana Fierro (38).

• Sandra Garretón Baraona (58), falleció el 25 de marzo de 2008 debido a sus graves heridas.



LAS 6 VICTIMAS QUE TRIPULABAN EL AVION SINIESTRADO

 Capitán Luciano Castro Adasme    Teniente Sebastián Rodríguez, 23 años
        
  
Manuel Rodríguez Oyanedel, 18 años    Mauricio Romo Facuse, 17 años
      

 Francisco Allende Herrera, 19 años     Israel Miranda Góngora, 18 años
    


ALGUNAS DE LAS VICTIMAS QUE SE HALLABAN EN LA CANCHA

Ana Alvarez Saavedra, 22 años, y su hijita, Elizabeth Molina Alvarez de 4 años

        Ramona Espinoza, 72 años            Silvia Gómez Espinoza, 57 años
   

Celia Borcosque, 54 años



SUBEN A 10 LOS MUERTOS EN TRAGEDIA AEREA DE PEÑALOLEN
(Diario La Segunda, 27 de Febrero de 2008)

Una avioneta cayó esta mañana en las cercanías de la Municipalidad de Peñalolén, en el sector de la avenida Consistorial lo que dejó diez víctimas fatales, seis de ellos corresponden a los ocupantes de la nave, dos personas, una madre y su hija, que fueron alcanzados cuando cayó a tierra, y otras dos que fueron encontradas bajos los restos del fuselaje.

La avioneta de instrucción, un Cessna Centurion 210 perteneciente al Club Aéreo de Carabineros, era pilotada por el capitán de carabineros Luciano Castro Adasme (35) y junto a él viajaban cinco personas, el teniente Sebastián Rodríguez Torres (23) y cuatro civiles alumnos de mecánica de aviación, identificados como Francisco Allende Riveros (19), Ismael Miranda Góngora (18), Manuel Rodríguez Oyanadel (18) y Mauricio Romo Facus (17).

La madre fallecida fue identificada como Ana Alvarez Saavedra de 25 años y su hija Elizabeth Molina Alvarez de 4 años.

Las víctimas encontradas bajo el fuselaje de la nave fueron identificadas como Ramona del Rosario Espinoza de 72 años y Cecilia Borquesque Plaza de 54 años. Ambas se encontraban en el grupo que hacía deportes en el lugar.

El general de carabineros Jorge Rojas sostuvo que "este es un vuelo que apenas sale del Aeródromo de Tobalaba, por razones que son motivo de la investigación en este minuto, pierde sustentación y se presume fundadamente, que el piloto, un capitán de carabineros con vasta experiencia trata de llegar con la aeronave hasta las canchas de fútbol que hay en este sector y que se encontraban vacías y que lamentablemente no logra su cometido, cayendo en un lugar de la multicancha, donde habían 14 personas aproximadamente desarrollando actividades deportivas".

La aeronave partió a las 9:45 horas del Aeródromo de Tobalaba y habría intentado un aterrizaje de emergencia en una cancha de fútbol ubicada en las cercanías de las calles Consistorial con Antupirén.

Al parecer una falla técnica sería la causa de la caída de la nave, pues testigos señalan que antes de precipitarse a tierra venía expulsando humo negro. Otros vecinos, señalan que se le apagó el motor durante el vuelo.

Una maniobra del piloto evitó que la avioneta cayera sobre las casas del sector, que es muy poblado. Sin embargo, apenas tocó suelo se incendió, provocando una fuerte explosión.

En el lugar donde cayó la nave, a las 9:50 horas, había alrededor de 30 personas haciendo aeróbica, en su mayoría mujeres y niños. Al menos cinco personas resultaron heridas, y dos de ellas, de gravedad.

Los heridos fueron trasladados a la Posta Central y al Hospital Luis Tisné.

Carabineros tiene cercado el perímetro del accidente y no permite el tránsito de personas ni vehículos por el lugar. Personal de la policía de Investigaciones llegó a la multicancha para realizar los peritajes.

En tanto el Intendente de la Región Metropolitana, Álvaro Erazo, expresó las condolencias del Gobierno y de la Presidenta a los familiares de las víctimas. La autoridad fue quien entregó los nombres de las víctimas fatales del accidente.

Los heridos

Las hermanas Mariana y Beatriz Fierro se encontraban practicando deportes a la hora de accidente, la primera se encuentra internada en el Hospital San José, está grave y será trasladada durante el día a la Posta Central.

Beatriz Fierro está en el Hospital Luis Tisné, tiene su cuerpo totalmente quemado y sufrió la amputación de una de sus piernas. En el mismo recinto asistencial está Lucilda Villalobos, quien también tiene quemaduras graves.

Sandra Garretón Barahona, de 58 años de edad, ingresó de urgencia alrededor de las 12:00 horas a Clínica Indisa. La paciente se encuentra en estado crítico con riesgo vital y conectada a ventilación mecánica. Está internada en la Unidad de Paciente Crítico con quemaduras que comprometen el 80% de su cuerpo, afectando vía área.

Los mayores daños se encuentran en ambas extremidades superiores e inferiores, cara, cuello, tórax y abdomen.

Alcalde consternado

El alcalde de Peñalolén, Claudio Orrego, confirmó que los heridos, y las dos personas no ocupantes de avión que fallecieron estaban en el lugar practicando ejercicio.

"Este era un curso que partía hoy día. Imagínense la mala fortuna. Era un curso que hacíamos para la comunidad, para tener vida sana y hemos terminado en esta tragedia", dijo el edil.

Orrego aseguró que “estamos tratando de acompañar a los vecinos y familiares ya que esto es una tragedia que nos toca el alma como comuna, ya que se suponía que esta mañana sería de alegría y esparcimiento sano, y ha terminado en una feroz tragedia. Sólo le pedimos a los vecinos que tengan fe y que estamos acompañando a quienes han sufrido tanto”.

El alcalde agregó que ellos tienen una política de talleres de apoyar a la comunidad a través de actividades recreativas y que esta era la primera clase del taller con profesores de primer nivel, donde habían 30 personas participando, principalmente adultos. “Esta no era una actividad para niños por lo que lamentamos el fallecimiento de la menor que se encontraba en el lugar”, precisó.

“Estamos consternados, esto de verdad que nos toca el alma y yo he estado con los familiares de los fallecidos. ¿Uno qué le puede decirle a la familia que perdió a un ser querido? Nada, abrazarlo nomás y sentir con ellas, y eso hemos hecho toda la mañana.. Tenemos que acompañarlos porque son parte de nuestra comunidad”, agregó el edil de Peñalolén.

Respecto a la seguridad en la aviación, Orrego indicó que el tema va a surgir ya que este no es el primer accidente que ocurre, pero que claramente es el más grave y el más dramático en la historia de Peñalolén. “Nunca habíamos tenido algo de esta naturaleza y es un tema que va a venir, pero hoy no es el momento de iniciar esta discusión ya que debemos acompañar a las víctimas, los familiares y a los vecinos que están en estado de shock. Es algo que vamos a tener que ayudar con sicólogos y más adelante se verán que medidas tomar para que esto no vuelva a ocurrir”, sostuvo.

 





Reverso de una tragedia
(www.cerotinta.cl, 10/14/2008, Mel de la Universidad Diego Portales)
 
Siempre se dice de un accidente “se pudo haber evitado”. Pero, ¿qué se pudo haber hecho en el caso del Cessna 210 de Tobalaba? Se habla de vuelos irregulares en la instrucción de alumnos y de intereses comprometidos que impiden el cierre del aeródromo. Lo claro, es que, independiente de las causas, todo ha cambiado para sobrevivientes y familiares, cuya impotencia promete acciones legales.

Cecilia Espinoza lo había logrado. Luego de meses de insistencia pudo convencer a su amiga Sandra Garretón de que la acompañara a sus clases de aeróbica en el gimnasio Municipal de Peñalolén.

Desde ya hace un tiempo Cecilia asistía con regularidad a estas clases. Sin embargo, Sandra se había negado siempre por una u otra razón. Pero la mañana del 27 de febrero fue la excepción. Las dos amigas se dirigían hacia el recinto deportivo de la comuna en que ambas vivían.

La verdad es que me dicen que diga que no tengo nada que ver con el accidente, porque estoy en terapia - comenta entre sollozos Cecilia Espinoza, tres meses después de un episodio que cambiaría su vida, y que actualmente la tiene con tratamiento psiquiátrico.

A las 9.40 A.M. Sandra y Cecilia realizaban junto a otras 28 mujeres una clase de ejercicios aeróbicos en las canchas de avenida Consistorial con Antupirén. Al mismo tiempo en el aeródromo Eulogio Sánchez Errázuriz, más conocido como el aeródromo Tobalaba, el avión Cessna 210 despegaba, tal como lo hacían la mayoría de los aviones que se encuentran en Tobalaba, sobre todo los fines de semana, cuando el ruido era tan molesto que servía de despertador.

-Yo siempre le decía a mi señora... "están saliendo los hijitos de su papá a dar sus vueltas", pero es así, es para la risa¬- dice Benedicto Garay, a quien se le quiebra la voz al recordar a su esposa Celia Borcosque. Celia, al igual que Sandra, asistía por primera vez a la clase de gimnasia entretenida.

El curso se estaba realizando con toda normalidad en el recinto ubicado a un costado de la Municipalidad de Peñalolén. Pero cuando faltaban diez minutos para las diez de la mañana, se vio interrumpido. El avión que había despegado hace sólo diez minutos del aeródromo Tobalaba, aparecía humeando entre los enormes árboles de enfrente a la cancha. Sólo alcanzó alertar sobre la situación el instructor de la clase. Segundos después, había humo, fierros quemados y gente gritando desesperada. El panorama de la tranquila clase de gimnasia había desaparecido.

¬-Cuando me di cuenta, (la avioneta) venía cayendo en punta y ahí corrimos- recuerda Cecilia Espinoza, quien resultó con sus dos piernas y espalda quemadas.

El Cessna 210 se había estrellado irremediablemente sobre las treinta mujeres que allí se encontraban.

A metros del accidente se encontraban Orlanda Soto junto a su marido Raúl Valdés(68). Ambos estaban a la salida de su casa ubicada en la calle Ricardo Grellet presenciando como se envolvían en llamas las que habían sido compañeras de gimnasia de Orlanda. Justo ese día la esposa de Raúl se había ausentado por recomendación médica.

Minutos antes del desastre las hermanas Bandera pasaron a saludar, como de costumbre, al matrimonio que se encontraba barriendo en el ante jardín de su casa, el que luego de un rato se sacudió fuertemente por la caída de la avioneta.

-Mi señora quiso sacar la manguera de aquí, pero no llegó. Entonces corrió hacia el lugar, fue la primera en llegar y ahí estaban las señoras, algunas estaban desnudas, así que corrió a nuestra casa y les llevó unas frazadas para taparlas. Y ahí empezó a llegar gente -, recuerda Raúl Valdés, a quien sólo una calle lo separaba del fuego.

Un llamativo memorial lleno de flores de colores, velas, remolinos y crucifijos se encuentra frente a la casa del matrimonio Valdés Soto, siendo el único recordatorio visible de la tragedia de febrero. Es este lugar el que cada noche es alumbrado por diferentes personas que regresan con velas a orar por las victimas de la tragedia.

"No he podido volver"

Francisco Allende y Manuel Rodríguez querían ir a la universidad, Israel Miranda buscaba ingresar a Carabineros de Chile para darle un mejor futuro a su hija Montserrat de un año, y Mauricio Romo ayudaba a su tía a remodelar la casa donde lo alojaba momentáneamente. Estos jóvenes, si bien no pasaban de los diecinueve años, tenían sueños. [1]

Los cuatro se levantaron ese día para asistir a una jornada más de su practica en la Prefectura Aeropolicial, como estudiantes egresados de mecánica aeronáutica de los establecimientos, Liceo Alberto Widmer de Maipú, el Colegio Paul Harris y Complejo Educacional de La Reina.

Estos adolescentes iban a cargo del piloto, capitán Luciano Castro, y del copiloto Sebastián Rodríguez, quien ese día realizaba su examen para ser habilitado como piloto para transporte de pasajeros. Castro poseía más de tres mil horas de vuelo, por lo que era considerado un experto en navegación. Además de esto, había sido el primer alumno de su promoción[2]. Fue así como a los pocos minutos de vuelo, tras ver las malas reacciones del avión, decidió realizar un aterrizaje de emergencia que no terminó como él esperaba.[3]

Los dos tripulantes y cuatro pasajeros murieron de forma inmediata. Los jóvenes estudiantes fueron encontrados abrazados entre los escombros del destrozado avión.

Luego de que el Cessna 210 cayera, comenzó la peor parte de esta larga pesadilla, tanto para las víctimas como para los vecinos de la comuna. Para sorpresa de quienes acudían a ayudar a las víctimas de la tragedia, los arcos de fútbol se encontraban intactos en medio del desolador escenario que se había convertido en un infierno cualquiera.

Los vecinos desesperados sacaban las mangueras de sus casas para apagar las llamas que envolvían a las mujeres que corrían incendiadas entre las brazas.

Cecilia corrió apenas vio el avión caer, pero su amiga Sandra Garretón no tuvo la misma suerte y quedó sumergida entre las llamas. Fue su primera y última clase. Aunque Cecilia salió con vida, todavía lucha con las grandes heridas que le dejó el accidente.

¬-Me ha afectado a ese nivel, que no he podido volver allá (lugar del accidente).Tengo las dos piernas quemadas y la espalda también- cuenta Cecilia, quien se encuentra en terapia sicológica, no sólo para superar la experiencia del accidente sino también para poder sobrellevar la muerte de su amiga Sandra.

Es la primera vez que un accidente que involucra a un avión del aeródromo Tobalaba deja víctimas externas al vuelo. El catastro final determinó que hubo 17 heridos con quemaduras graves, además de los once muertos (seis pasajeros y siete mujeres que se encontraban haciendo gimnasia), entre los que incluso figuraba una menor de edad, de tan sólo dos años.

Celia Borcosque, sin embargo, figuró como desaparecida durante gran parte de la jornada, dándole esperanza a sus familiares. Como a su hermana Rosa, quien había viajado a Santiago desde su residencia en Antofagasta, a celebrar el cumpleaños de Celia, y quien se paseó de hospital en hospital, siempre acompañada por Carabineros, en búsqueda de su hermana.

Finalmente, en horas de la tarde, la mujer que iba por primera vez a una clase de gimnasia, fue encontrada bajo el esqueleto del avión.

El origen de un colapso

Si bien es cierto, estas tragedias son impredecibles, siempre existen medidas que pueden minimizar los riesgos. En este caso, las medidas se remontan a tres años atrás. En diciembre de 2005 la Federación Aérea de Pilotos Civiles emprendió una serie de acciones legales para impedir el cierre del Aeródromo de Cerrillos, argumentando que el sistema aeronáutico colapsaría en unos años más, ya que la segunda pista del aeropuerto internacional no podría absorber la demanda. El entonces Ministro de Defensa, Jaime Ravinet, los acusó de "frescos"[4].

Efectivamente, la segunda pista del aeropuerto Arturo Merino Benítez no logró ser la receptora de los vuelos de instrucción que se realizaban en Cerrillos:

-quedó muy mal hecha, así que obviamente no la pudieron poner en marcha y empezaron a repararla y empezaron a cerrarla una vez al día, todas las noches, fue un desastre-, declara el Director del Club Aéreo de Santiago, Jaime Pollock.

Cerrillos se clausuraba con la condición de que debía existir una opción que acogiera la demanda de este aeródromo. Es por esto que se barajaron diferentes alternativas, como Peldehue y Colina, las cuales se declararon inviables técnicamente.

Luego de una reunión entre la FACh, la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) y autoridades de Gobierno, la opción elegida para la construcción del nuevo aeródromo fue El Monte. Pero en noviembre de 2005, el entonces director de la DGAC, general Rosende, declaró que por el momento no se invertiría el millón de dólares necesario y al intentar buscar respuesta a la negativa de Rosende en ese entonces, el ex director de la DGAC respondió que sólo contestaría preguntas en cuanto a su labor actual, puesto que ya no se encontraba a cargo de la DGAC.

Finalmente, fue Tobalaba el que absorbió la demanda, con cerca de 75 mil operaciones al año.

Por otra parte, hace 3 años también, Max Marambio, Francisco Posada y César Topali, iniciaban su propio proyecto. Era el primer aeródromo privado para uso público.

-Teníamos todos los permisos de Gobierno, de la COREMA, y CONEMA(...),la tierra la teníamos comprada, con plata nuestra, no con plata del Estado. Con plata particular. Para hacer un aporte a la aeronáutica de este país y al final fueron puros problemas, dice Cesar Topali, ex general de la Fuerza Aérea de Chile (FACH), quien además asegura que hubo fuertes presiones por parte de los dueños de las viñas de los sectores aledaños a San Gregorio para evitar la construcción del aeródromo.

En este conflicto, el dueño del canal de televisión MEGA, Ricardo Claro, tuvo un rol antagonista.

-El 99% eran viñas, específicamente la viña de Ricardo Claro, Santa Rita. Su canal de televisión estaba todos los días ahí, al lado de nosotros, azuzando a las personas del sector de que el tema del aeródromo los iba a perjudicar por la seguridad, por la producción y por todos los proyectos futuros, recuerda Topali que además agrega -Claro es un hueso duro de roer. Él es un hombre muy fregado, muy jodido. Con una postura muy fuerte. El gobierno le teme a Ricardo Claro, por su poder económico y por el poder que tiene a través de los medios de comunicación-.

Además de ello, otros personajes del mundo de la política también estuvieron involucrados. José Antonio Kast (UDI) y Sergio Romero (RN), quienes también poseen terrenos en la zona de Buín, se mantuvieron en la negativa frente al proyecto San Gregorio.

El cierre de cerrillos, junto con el fracaso del proyecto de Max Marambio, Francisco Posada y César Topali generó que durante estos últimos años se incrementaran notablemente los vuelos en Tobalaba, concibiendo así un colapso en el establecimiento.

¿Los últimos días de Tobalaba?

La ubicación del aeródromo Tobalaba ha sido un tema para las autoridades durante los últimos cinco años, pues el sector en el que se construyó inicialmente constituido por viñas, hoy se encuentra completamente habitado. Esto se ha convertido en un verdadero problema para los alcaldes de las comunas aledañas, La Reina y Peñalolén.

Pero la situación llegó a su límite tras el accidente de febrero recién pasado, donde los vecinos alzaron fuertemente la voz para que de una vez por todas se tomaran medidas en lo que desde hace mucho tiempo los ha estado perjudicando. Tal fue el ejemplo de las protestas que organizaron los concejales Osvaldo Torres y Francisco Olea de Peñalolén y La Reina, respectivamente, para sugerir el cierre definitivo del aeródromo. Además de ello, se preocuparon por solidarizar con las familias de los jóvenes pasajeros y exigir la investigación de la causa que ocasionó la caída del Cessna 210.

-Aquí se ha escuchado a los vecinos, los familiares que perdieron a sus seres queridos y a toda la comunidad de Peñalolén, de que hubiera un antes y un después del desastre del 27 de febrero ¬-declaró públicamente el alcalde de Peñalolén, Claudio Orrego.

El mismo día del accidente la Presidenta Michelle Bachelet acudió al lugar de la tragedia y comunicó que el gobierno tomaría medidas respecto al aeródromo Tobalaba, siendo la primera en suspender los vuelos de instrucción por un plazo de treinta días.

Durante la mañana del 28 de Febrero, es decir, el día después del accidente y tras visitar a las mujeres heridas, la mandataria anunció la creación de una mesa de trabajo que tendría el rol de evaluar los riegos e implicares de tener un terminal aéreo en medio de un barrio residencial.

Esta comisión estuvo liderada por el Intendente de Santiago, Álvaro Erazo, quien además se convirtió en el vocero oficial del equipo de trabajo. El grupo de quince personas, estaba conformado también por los alcaldes de Peñalolén y La Reina, concejales, altos mandos de Carabineros y la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), el presidente de la Federación Aérea de Chile -Julio Subercaseux- y diferentes entidades gubernamentales.

Al mismo tiempo comenzaron las investigaciones para determinar las causas del accidente. El fiscal designado, Patricio Morales Contardo, en primera instancia comentó que el accidente podría haberse ocasionado por fallas mecánicas. El motor del Cessna 210 es hasta hoy estudiado en Estados Unidos por científicos e integrantes de la DGAC, quienes son los fiscalizadores de las actividades aéreas en Chile.

-Van para allá, de hecho hay gente de la Dirección de aeronáutica que va a presenciar cuando abran y analicen el motor-, dice Max Weinstein, Presidente del Club aéreo de Santiago, quien afirma que los peritajes y los resultados se demorarán bastante tiempo.

Sin embargo, la perspectiva de la investigación ha ido cambiando, ya que según declaraciones dadas a La Tercera por el fiscal a cargo, la causa tendría su origen en una falla humana. Según esta versión, si el piloto hubiera tomado otra decisión, el avión se habría salvado y por lo tanto no hubiera habido víctimas anexas.

Toda esta situación contrasta con la experiencia y las propuestas de trabajo que hacían de Luciano Castro un piloto excepcional, con una larga trayectoria de dieciocho años de vuelo que, además, se complementaba con estudios en el extranjero, específicamente en Estados Unidos.

Las soluciones dadas por el gobierno, sumadas a los peritos y al destacado currículum del piloto, no han conformado a las familias de las víctimas del accidente, quienes reconocen haber recibido ayuda pero que exigen una explicación clara acerca de la causa del accidente.

-Bueno, se han preocupado, han venido para acá. La psicóloga me atiende de acá del consultorio. Y de la intendencia vinieron a la casa para evaluar lo que significaba todo esto en gastos... Hay algo que está funcionando pero no sé. Interpusieron una demanda, pero no sé cómo han salido las cosas - dice Cecilia Espinoza, acerca de su situación actual.

Las huellas del accidente

-Estas medidas lo que hacen es disminuir la cantidad de operaciones. Cuando se disminuye la cantidad de operaciones se podría decir que hay menos exposición a la posibilidad de que ocurra un accidente - dice Víctor Makrinov, Jefe de prevención de accidentes DGAC.

Luego de la tragedia de Peñalolén, se reabrió el debate de la ubicación del aeródromo Tobalaba. Es por esto, que el Gobierno se vio obligado a tomar una serie de medidas, que comenzaron a salir a luz el 7 de mayo, cuando se entrego el informe final de la comisión Aeródromo Eulogio Sánchez Errázuriz.

Esa fría mañana de mayo no sólo se dio a conocer que el aeródromo no se cerraría, sino que además el Intendente dijo que se disminuirían los vuelos en un 40%. Pero dio énfasis en que se eliminarían definitivamente las prácticas realizadas por las escuelas comerciales de instrucción, que según sus propias declaraciones estarían funcionando de manera ilegal.

-Los problemas que nosotros detectamos fundamentalmente tienen que ver con escuelas de instrucción y particularmente con algunas escuelas que estaban funcionando, yo me atrevería a decir con claridad no en condiciones de legalidad¬-, recalcó el Intendente de Santiago, Álvaro Erazo, quien con sus palabras causo disgusto entre las autoridades del sector aeronáutico del país.

Además, se anunció la construcción de un nuevo aeródromo, en Peldehue, que a largo plazo remplazaría a Tobalaba.

En el aeródromo de Tobalaba se encuentran 34 escuelas de instrucción, donde éstas tienen la orden de realizar los vuelos instructivos lejos del sector poblado, es decir, remoto de Tobalaba. Es esto lo que no se respetaba, ya que se realizaban vuelos instructivos en el aeródromo. Además, no se sabía qué ocurría una vez que los aviones despegaban, ya que en muchas ocasiones los pilotos dejaban a los alumnos al mandó del avión.

Ante lo planteado por el Intendente, el Presidente del Club Aéreo de Santiago, Max Weintein, declaró que se trataba de conceptos errados.

-No, en el fondo es una mala acepción de la palabra, no son ilegales. Después se corrigió eso y se cambió por irregulares en el sentido de que como decía yo al principio, a estas escuelas de vuelo comerciales nosotros no les permitimos que hagan instrucción en Tobalaba-. Además de ello manifestó que las escuelas involucradas serían Romeo Mike, Latinair y Aeromet, las cuales no cumplen con las medidas que debiera supervisar la propia DGAC. Además agrega:

-De hecho los contratos de arrendamiento de terreno, le prohíben tácitamente que hagan instrucción ya que es muy difícil fiscalizar eso y hacerlo cumplir-.

Las medidas con las que trabaja la DGAC para la supervisión del despegue de los aviones del aeródromo Tobalaba, se basan en diversos tipos de inspecciones que pueden ser: de base, de base forestales para extinción de incendios, a clubes aéreos, en ruta y los muestreos de reentrenamiento de vuelo[5]. Todos éstos siguen el principal patrón de trabajo que consiste en el buen funcionamiento del avión y su seguridad.

-La seguridad del avión, de que no se realicen cosas mal y que se trabaje con los manuales es lo primordial. Eso es lo que se llama cultura aeronáutica. Ninguna persona o mecánico, puede dejar que un avión vuele sin estar 100% seguro-, explica Carlos Vargas, jefe de mantenimiento del Club aéreo de Santiago.

Por otra parte, para los supervisadotes de la DGAC lo que ocurre dentro de los aviones no es algo que puedan verificar.

-No tenemos como controlar que estén realizando operaciones de vuelo. Si un piloto sale con otro de instrucción no sabe lo que va haciendo dentro del avisón digamos, si le va enseñando al otro piloto-, dice Víctor Makrinov.

La situación de los vuelos de instrucción era muy diferente durante la existencia de Cerrillos, ya que durante este periodo los pilotos tenían orden de despegar en Tobalaba pero las prácticas se realizaban sobre el área de Cerrillos. Lo que evitaba un riesgo para los vecinos del sector de Tobalaba.

"A mi señora la mató un avión"

-Este tema es para muy largo, ni siquiera han empezado todavía y ya han pasado tres meses desde el accidente - añade Benedicto Garay, esposo de Celia Borcosque.

Si bien los sobrevivientes y familiares coinciden en elogiar la acción del alcalde de Peñalolén, Benedicto, por su parte, tiene ciertas reservas en cuanto a la labor del Intendente.

-El primero en llegar fue el alcalde, ha sido muy bueno como dirigente comunal (...). Me parece una persona muy movida en tratar de solucionar los problemas (...). Pero el intendente se ha movido en lo justo no más. A lo mejor él (el intendente) estaba más comprometido con la parte de Gobierno que con los familiares, de llevarle los intereses de Gobierno, o de Carabineros- explica el viudo de Borcosque, quien también ha trabajado junto con Marcelo Pérez, hijo de la fallecida Sandra Garretón y actual vocero de las familias afectadas.

Pero las causas y responsabilidades del accidente, que aún se encuentran indeterminadas, a Benedicto y a Marcelo no les importan demasiado. Según ellos, la demanda va sí o sí, sin importar el resultado del estudio.

-Queremos encontrar culpables, responsabilizar a las personas involucradas y conseguir a los testigos correspondientes - dice Marcelo Pérez, quien está llevando la investigación junto con los abogados Jacqueline Barahona y Alfredo Morgado. Él, además, asegura que si la demanda se ejecuta, incluso podrían aspirar a una indemnización económica.

Sin embargo, ha sido difícil para las familias encontrar una explicación, ya que la demanda contra el fisco que pretenden establecer, sólo se puede entablar luego de que sean conocidos los resultados de los peritajes, los cuales podrían tardar alrededor de un año.

-Lo que sí, hay una cosa que es clara (...) y es que a mi señora la mató un avión. Y ahí está el tema. Ahora, quiénes son los responsables, ahí se está viendo en la investigación. Entonces todo depende de cuando llegue el informe de Estados Unidos - agrega Garay, con un tono de voz agitado.

Ante la situación de las victimas, el abogado defensor de las familias Alfredo Morgado declaró:

¬-Estamos en espera de los informes técnicos en torno a lo que es el análisis de los restos del avión, la dinámica del accidente, y las pericias. Estamos ad portas de que sean entregados y esperamos a la brevedad tener una conclusión, que nos permita establecer que provocó lo que ocurrió, y para que este tipo de cosas no vuelva a ocurrir. Estamos esperando estas pruebas para que se pueda hacer justicia-.

Mientras que estos resultados no estén, a las familias sólo les queda esperar para que luego la justicia ayude a borrar las heridas de esta tragedia.

[1] Equipo de Crónica, "Entre las 11 personas fallecidas, hay oficiales de Carabineros, estudiantes y mujeres que practicaban gimnasia", El Mercurio, 28 Febrero 2008.

[2] Ídem.

[3] Claudio Leiva, "Testigos: fue espantoso, habían mujeres quemadas y mutidalas", La Nación, 28 febrero 2008.

[4] Fuente: La Tercera, "Cierre de Cerrillos: ministro Ravinet emplaza a pilotos civiles", 27/12/2005

[5] http://www.dgac.cl/portal/page?_pageid=236,80643&_dad=portal&_schema=PORTAL