INDIGENAS DESTRUYEN, RIO BUENO, 20 DE SEPTIEMBRE DE 1792



Historia de Osorno

(www.cervantesvirtual.com, Víctor Sánchez Olivera)

La actual ciudad de Osorno - Primera parte
La repoblación (1796-1810) - Antecedentes del actual Osorno.- Fundación de «Conversiones»

Pasaron muchos años desde los hechos que ocasionaron la ruina de todas las ciudades del sur de Chile, y sólo la planta victoriosa del indio recorrió estos campos.
La reconquista se fue realizando en forma lenta y paciente por los soldados de Cristo, los Franciscanos, que, desde su sede de Chillán, fueron avanzando hacia el sur en su propósito de propagar la fe.
Fue así como instalaron en esta región las «conversiones» de Río Bueno, Cudico, Dagllipulli y otras.
La de Río Bueno fue fundada el 3 de enero de 1778; la de Cudico, el 9 de enero de 1787; y la de Dagllipulli (lugar donde hoy se encuentra la estación ferroviaria de Rapaco), el 14 de enero de 1787.

Alzamiento de los indios de Río Bueno

Un alzamiento de los indios trajo por consecuencias la ruina de la antigua ciudad de Osorno. Lo curioso es que otro alzamiento apresuró su repoblación, ya que la expedición encargada de castigar a los rebeldes siguió avanzando hacia el sur hasta tomar posición de los terrenos de la antigua ciudad.
En la noche del 20 de septiembre de 1792, catorce años después de su instalación, la misión de Río Bueno fue destruida por los indios, los que, además, «mataron cinco españoles, cautivaron a dos mujeres con sus hijos, y a el P. Pdor. Fr. Antonio Cuzco le sorprendieron entre la cocina y la Casa Misional, hiriendo de una lanzada el Brazo; así herido pudo entrar a la casa, en la que permaneció hasta el veinte y cuatro a las dos de la tarde, en que..., los indios cada instante más sedientos de sangre española, y sin saber el consentimiento de su cacique D. Juan Queipul que se hallaba ausente, entraron en el cuarto del Padre, que estaba reclinado en su cama, y abrazado con el Sto. Cristo, les habló palabras dulces como Padre de ellos, y les ofreció dar cuando pidiesen, pero los infelices, como rabiosos perros y sin atender a las dulces razones del Padre, le dieron dos puñaladas, una en la tetilla y la otra en el vientre, con las que entregó su alma al Redentor». (Así encontramos relatados estos hechos en el Libro Universal, N.º: 1, que se encuentra en la Parroquia de Río Bueno).

Expedición punitiva

Don Lucas de Molina, coronel de Infantería de los reales ejércitos y gobernador interino de la plaza de Valdivia, convocó a una junta de guerra para considerar los hechos acaecidos en la región de Río Bueno, la que dispuso que el capitán de Infantería don Tomás de Figueroa (el mismo del motín de Santiago en 1811) saliera a castigar y someter a los indios.
El Diario puntual y manifiesto que escribió este militar, nos relata en detalle todas sus actividades guerreras, a las que dio comienzo el 3 de octubre de 1792.
Instaló el centro de sus operaciones en la misión de Dagllipulli, la que transformó en cuartel. A doscientos metros escasos, al poniente de la estación de Rapaco, podemos ver actualmente los fosos que protegieron ese fuerte.
El viernes 21 de noviembre, en conferencias que tuvo don Tomás de Figueroa con los caciques Catriguala e Iñil, prometieron éstos hacerle entrega de la ciudad de Osorno «con todos sus territorios», ceremonia que se efectuó al día siguiente.
El sábado 22 de noviembre de 1792 amaneció lloviendo con furia, pero a las 9 de la mañana cesó el temporal, como para dar buen tiempo a la realización de un acto trascendental en la vida de un pueblo.