EPIDEMIA DE VIRUELA, CHILOE, 1696


"Aproximándose el final del siglo, en 1696, otra terrible epidemia de viruela golpeó duramente el archipiélago. "Encendióse tanto, que ninguna isla y tal vez ninguna familia quedó libre de ella. La gravedad […] del mal, por una parte, y el temor del contagio por otra, retraían á muchos de servir á los enfermos, y huían de ellos aun sus más allegados por razón de amistad ó parentesco. Los de la Compañía tomaron a su cuenta […] el cuidado […] de los cuerpos de aquellos infelices; á cuyo socorro volaban así de noche como de día. Una vez que pasó el flagelo de la viruela y que se reafirmó la presencia de los jesuitas en Castro, acallándo la oposición de los encomenderos,... Para mejorar las condiciones de los misioneros durante su estadía, en 1702 se fundó una residencia en Chequián: allí se construyó una habitación acomodada para los padres, y otra para el fiscal, encargado también de vigilar las actividades productivas que se desenvolvían en los predios jesuíticos de Quinchao, Meulín, Lemuy y demás islas. Así mismo, se resolvió la costrucción de una nueva capilla en sostitución de la precedente, para asegurar una construcción más sólida, duradera y proporcionada a la importancia adquirida por el caserío".

"A cerca de la isla Quinchao en los tiempos de la Colonia", Alberto Trivero Rivera, 2003