INCENDIO DEL PORTAL SIERRA BELLA, PLAZA DE ARMAS, SANTIAGO, 1 DE JUNIO DE 1869
INCENDIO DEL PORTAL SIERRA BELLA, PLAZA DE ARMAS, SANTIAGO 1869
Al morir doña María en septiembre de 1872, la única heredera del mayorazgo, llamada Carmen Vásquez de la Vega y Messía, comenzó a exigir los derechos de la propiedad y a solicitar la desocupación de ellos por parte de la familia Aldunate. En respuesta, se le enrostró la vigencia y valor de los contratos de 1827 y 1848, sólida prueba con la que los tribunales le exigieron a doña Carmen regresar los dineros realizados para la reconstrucción del portal, con los intereses correspondientes. Desvinculado ya del mayorazgo el portal, en conformidad a una ley de 1852, la deuda que gravaba la propiedad superaba por mucho a su valor de hipoteca. El ocaso de su época se venía aproximando.
Poco después, en el interior de la cuadra fue inaugurado un pasaje comercial, en una propiedad a espaldas del portal, lugar que antes había pertenecido al ex Presidente Manuel Bulnes, razón por la que fue bautizado Pasaje Bulnes (no confundir con el cercano Portal Bulnes de nuestros días). La obra, en forma de cruz, fue diseñada por el arquitecto francés François Brunet de Baines, por encargo del propio Bulnes. Su estructura de escuadras y techos armados creemos puede ser la primera experiencia importante del estilo europeo de arquitectura en hierro en nuestro país.
Pero, el 1° de junio de 1869, el Portal de Sierra Bella llegaría a su fin, volatilizando entre sus humos toda una época de la Plaza de Armas.
Un incendio fue declarado faltando minutos para la medianoche y habría comenzado en el local de la "Sastrería Europea" de don Alfonso Blin o muy cerca de ella. Los primeros bomberos llegaron desde calle Santo Domingo sin mucho que hacer para alcanzar a salvar el edificio, ya que reparaciones en la plaza mantenían cortado el suministro de agua, obligando a los voluntarios a ubicar la matriz subterránea para extraerla, con ayuda de otras compañías. Otro desesperante toque de dramatismo lo agregó el que muchos de los bomberos que acuden, estaban relacionados con la propiedad de los locales que ardían.
Tras una larga y angustiante lucha contra el fuego, donde los esfuerzos debieron cambiar a tratar de evitar que las llamas del portal se extendieran a otros edificios vecinos o al Pasaje Bulnes más que tratar de salvarlo, recién en horas de la mañana la situación fue controlada. Los bomberos de las jóvenes compañías santiaguinas fundadas tras el reciente Incendio de la Compañía de Jesús, fueron ovacionados por la opinión pública y la prensa, recibiendo grandes retribuciones en dinero para apoyar su actividad.
Prácticamente, todas las tiendas y garitas de baratillos ubicados frente a la plaza desaparecieron entre las llamas: la casa anticuara de Gabriel Cueto, la de instrumentos musicales de Juan Krausse, la zapatería de don Baldomero Cruz, los almacenes de don Marcos Ortiz, Juan A. Martínez, Esteban García y Bonifacio Ormeño, el casino, la peluquería, la sedería, la "Sastrería Pigatti" y la pinacoteca. Por el lado de calle Ahumada, donde más peligros hubo de que las llamas se expandieran a edificios vecinos, fue destruida la "Mercería del Gallo" del señor Cádiz, pero se salvó milagrosamente la mercería de don Manuel Zamora, sólo parcialmente dañada. Y fueron tantos los empleados que quedaron cesantes con esta calamidad que un generoso comerciante que aparecía entre los danminificados, don Alejandro Abasolo, inició una campaña a través del diario "El Ferrocarril" para conseguir ocupación a todos estos desempleados con una especie de "feria del trabajo" que organizó en calle Estado frente al Hotel Inglés, hasta donde trasladó su casa de ventas luego del incendio.
El edificio (o sus ruinas) fue adquirido por los hermanos Domingo y Pedro Fernández Concha, filántropos abuelos del poeta Vicente Huidobro y dueños de la Viña Santa Rita. Allí hicieron construir el actual Portal Fernández Concha hacia 1870-1871, siendo llamado largo tiempo más como el Portal Sierra Bella, hasta que su actual denominación alusiva a los fundadores se impuso. Por el mismo año de la construcción, don Domingo Matte hizo abrir la remodelada ex Galería Comercial Bulnes encargando las obras a Lucien Henault y rebautizándose el complejo como Pasaje Matte, hasta ahora. Las entradas principales a estas galerías quedaron, precisamente, en los bajos del nuevo portal que reemplazó al anterior.
El aspecto actual Portal Fernández Concha y también del Pasaje Matte, surge de una radical remodelación hecha entre 1927 y 1933 a los antiguos establecimientos por los arquitectos Josué Smith Solar e hijo, con participación de Jorge Arteaga en los planos. Se le agregaron dos pisos más, en los que se distribuyeron pequeños departamentos residenciales, y su aspecto cambió tanto que ha generado confusiones respecto de las fechas que corresponden a cada una de sus épocas y características.
Nada recuerda ya al primer gran edificio allí dispuesto en tiempos de la Colonia, el viejo Portal de Sierra Bella, que sirvió como telón de fondo para algunas de las primeras fotografías conocidas de la Plaza de Armas de Santiago.