ASALTO AL BATALLON ESMERALDA Y LA “NAVIDAD TRAGICA“, 
COPIAPO - VALLENAR, 24 y 25 DE DICIEMBRE DE 1931 



*NOTA. Sobre esta y otras tragedias sociopolíticas, en Internet generalmente se halla sólo información marxistas, la que siempre cuenta una historia tergiversada, cagada para la izquierda y en la que el comunismo siempre busca lavarse las manos de sus propios intentos revolucionarios. Lamentablemente, este sector político, por su propia ideología, es incapaz de actuar equilibradamente y en forma seria. De ahí que, con esta información, sólo se tenga una parte de los hechos y con ello, se lave el cerebro de mucha gente ignorante, que es incapaz o simplemente no quiere, buscar por sus propios medios la verdadera historia y se deje llevar por la corriente desinformativa, oportunista y hasta maquiavélica del marxismo.



ASALTO AL BATALLON ESMERALDA Y LA “NAVIDAD TRAGICA“, COPIAPO, 24 y 25 DE DICIEMBRE DE 1931

Durante el Gobierno de Juan Esteban Montero (1931-1931), tiene lugar el asalto al cuartel del Batallón Esmeralda de Copiapó, llevado a cabo por elementos alessandristas e ibañistas, en la noche del 24 de diciembre de 1931. El intento es derrotado, quedando heridos y detenidos.

“Las autoridades habrían aprovechado el hecho para montar una terrible matanza de militantes comunistas, en la vecina localidad de Vallenar al día siguiente. Los sacan de sus hogares y los asesinan en los alrededores de la ciudad. Según datos oficiales, son 14 los comunistas muertos en la llamada "Pascua Trágica". Pero en la realidad, fueron más”. (www.pcchile.cl)



LA PASCUA TRÁGICA DE COPIAPÓ Y VALLENAR

(www.atacamaviva.cl, 24 de enero de 2012, Nélida Baros Fritis, Presidenta Soc. Patrimonial Pedro León Gallo Goyenechea)

La Pascua Trágica es un hecho que aconteció en Copiapó el 25 de diciembre de 1931, horas después de la “Misa del Gallo”, “no es una situación aislada, paradojalmente responde a una época, por sus características tiene elementos de un proceso complejo que engloba aspectos sociales, económicos y políticos que se venían manifestando desde los años veinte. En la década ya se dejaba ver un agotamiento del sistema político, especialmente el parlamentario, el pueblo intenta una búsqueda de nuevas formas para desarrollar el país, aparecen organizaciones de estudiantes y obreros. Estos actores nuevos en la acción política y social se iniciaron con el siglo, tenían una nueva mística y contribuyeron a la agitación existente como producto de la crisis económica de 1929.

En ese momento aparecieron nuevos partidos y en el diagnóstico del partido Conservador consistía en responsabilizar al liberalismo de la crisis, (1) “El liberalismo decían- engendró el desorden y la democracia, la mediocridad. Para ellos, la democracia y más específicamente el sufragio universal, había provocado el reemplazo de hombres capaces por aquellos que halagaban las multitudes”.

En este medio político logró subsistir la Constitución de 1925, que fue objetada por la Derecha que no deseaba el sufragio Universal y la Izquierda se oponía a la legalidad liberal; en el plebiscito, se abstuvieron comunistas y socialistas, además fue objetada por los abusos que hacía de ella Ibáñez.

En la segunda presidencia de Alessandri (1932) “la Constitución se legitimó por todos los sectores políticos y por tanto la democracia liberal que con la irrupción de los nuevos sectores sociales fue paulatinamente adquiriendo un carácter más amplio”. (2)

La crisis que afecta al sector minero y salitrero en el Norte se extiende por todo el país, creando una problemática económica, social y política. El cierre de una oficina o industria produce un amplio despliegue de cesantes, los obreros regresan a sus localidades de origen creando presiones en las familias, deambulando en busca de trabajo.

En el marco de inseguridad que se vivía en 1931 destacan dos hechos. La sublevación de la marinería la noche del 31 de agosto y el otro corresponde a los sucesos de Copiapó.

Los diarios oficiales que construyen el discurso tradicional desde el Estado, lo dejan instalado y el gobierno queda como triunfador imponiendo su posición ideológica, aislando del hecho la narración de otras fuentes como los testimonios de sobrevivientes, o participantes de la acción como se puede apreciar en entrevistas y testimonios tomados en cuenta por investigadores como don Germán Palacios, autor del libro: “Estar Fuera de la Historia 1931: Pascua Trágica Copiapó y Vallenar”, Osvaldo Quijada Cerda; en sus documentos titulados: “La Pascua Trágica de Copiapó y Vallenar”.

“Para culminar el traumático año 1931 ocurrió el asalto armado al regimiento Esmeralda de Copiapó que, produjo un revuelo nacional y la movilización general de uniformados y voluntarios que continuaban activos casi todos. Un centenar de individuos en su mayoría cesantes y encabezados por militantes comunistas asaltaron el regimiento de Copiapó la noche del 24 de diciembre. Por añadidura, entre los asaltantes había un soldado y un ex sargento del Ejército. En la refriega que se produjo murieron tres militares y seis atacantes. El resto de ellos huyó a Vallenar donde se produjo el encuentro con Carabineros.

Luego de algún tiempo, la policía ubicó a los presuntos asaltantes y los fusiló sumariamente en el desierto. La masacre fue ocultada por varios días temiendo posibles repercusiones”. (3)

La Pascua trágica de Copiapó y Vallenar está inserta en el proceso de transición en que estuvo sumido el país desde 1920. En 1931, las elites intentaban tomar el poder ya que dudaban del rol benefactor del Estado. La cesantía aumentaba y los trabajadores desesperados con su miseria exigían un gobierno más igualitario, esta situación convertía el presente y el futuro en un callejón oscuro, cuya salida terminaría en una rebelión.

De un día a otro, el gobierno se enfrentó con miles de desempleados caminando por las calles y exhibiendo su pobreza, la ayuda se materializó en albergues y ollas del pobre financiada por algunos particulares.

Los centros mineros de Atacama estaban paralizados, al igual que los agrícolas que dependían de la minería, habían abandonado sus labores. En suma la decadencia en Copiapó y Vallenar se acentuaba por la cantidad de pampinos cesantes que regresaban a sus hogares.

En Coquimbo se sublevó la marinería y esto obligó al gobierno a preocuparse y cambiar de actitud, ya que temía que se unieran a los cesantes y el descontento se expandiera en Atacama. La situación hizo crisis cuando la Caja de Crédito Minero anunció el cese de préstamos y paralizaron de las minas de Inca de Oro, Elisa de Bordos y el Salado, todas minas de cobre.

El Partido Comunista en Vallenar

En Vallenar el partido comunista de ese tiempo había ganado bastantes adeptos y planteaban la nacionalización de las salitreras y que fueran los propios trabajadores quienes las administraran.

En este panorama político, donde la angustia del pueblo por no satisfacer sus necesidades básicas, alimentación, vestuario, y trabajo fue agudizando el conflicto en el país, dado el caso, el comunismo fue creciendo al amparo de la crisis política de Arturo Alessandri, se fue transformando en una organización del socialismo revolucionario.

En 1931 el comunismo asomó con energías renovadas en el gobierno provisional de Montero y Trucco y renació a la vida política con su periódico “La Antorcha”.

El comunismo vallenarino tuvo mayor influencia en los cesantes de Atacama más que el partido en Santiago, las condiciones en la región eran especiales y ellos tenían “fe” en derrotar al civismo. Se dedicaron a propagar “campañas de adoctrinamiento político” (3). “Realizaban semanalmente conferencias públicas de divulgación de los ideales de renovación social” en diversas calles de la ciudad logrando atraer a una gran cantidad de público. Entre sus actividades entregaban a la población propaganda que los instaba a organizarse, una vez instalada la legalidad los comunistas sorprendían con “proclamas y panfletos subversivos (…) los que contienen expresiones injuriosas contra el actual gobierno, se incita al pueblo a la revuelta, atentando a la seguridad interna de la nación (…) las proclamas suman más de doscientas.”(Esto lo escribe en un oficio confidencial el comisario de Carabineros –Francisco Bull-al gobernador Anibal Las Casas.4/08/1931).Los comunistas vallenarinos empleaban la audacia, recorrían las calles cantando “la Internacional”, llevando “banderas rojas y vivando la revolución social” (Ofic..Conf. del gobernador Las Casas al intendente de Atacama, Víctor Manuel Igualt.31/0871931).

Comentario: El discurso dominante del gobierno pretende responsabilizar a los comunistas del asalto al cuartel cuando todavía el partido era incipiente, estaba en una etapa primaria, no comprendían que en su mayoría eran cesantes descontentos con el régimen capitalista que en su desesperación cayeron en una trampa. Tal como dice el investigador Germán Palacios “Los cesantes iniciaron su lucha para demostrar al país que antes de caer por la inercia del hambre y aceptar la dádiva humillante preferían escribir una bella página en sus luchas por el pan. Rebelión justificada porque cada vez que piden trabajo y tierra, sólo reciben represión y tortura y muerte”. “En Copiapó lucharon contra las enormes fuerzas de Carabineros, las que no obtuvieron la rendición, sino, un triunfo macabro y muerte”, “En Vallenar no quedó nadie en pie, todo destruido, salvo la convicción del triunfo del comunismo. La actitud heroica de los compañeros que asumieron traslucir el descontento del proletariado que sufre las consecuencias del régimen capitalista que no asume la crisis”.

Una entrevista realizada al doctor Osvaldo Quijada el día 16 de octubre de 1992, contribuye a dar claridad a los sucesos, a formarnos una idea de que la historia de la Pascua Trágica de Copiapó y Vallenar no fue contada por la prensa de la época con objetividad y es importante analizar los hechos del pasado rescatando el archivo oral, con las voces de los propios protagonistas.

El doctor Osvaldo Quijada recientemente llegado a Copiapó fue involucrado en los hechos por ser comunista y haber participado de una conversación invitado por el practicante de carabineros, el alessandrista Pedro Segundo Meneses Vargas, quien en presencia del capitán de carabineros Guillermo Villouta y de otras personas; le comentó el descontento que tenían con la institución policial. “Conversaron que esa noche se realizaría un movimiento revolucionario en todo el norte de Chile y que en Copiapó quedaría cortado el país para el Norte porque los regimientos se sumarían al movimiento contra el Presidente Radical Juan Esteban Montero.”

-El cabecilla era Meneses y el otro que hablaba era Villouta. Esto me dio confianza, si ellos están metidos tendrá que ser cierto. Entonces me dijeron.

-Y bueno Dr.

A lo que respondí, tengo que irme para que me convidan, de que se trata.

Me dijeron Bueno, aquí en Copiapó hay una buena Estación de radio y queremos que Ud. defienda las ideas suyas, de izquierda. Como no tenemos quien haga la propaganda le entregaríamos a Ud. la radio mañana a las 10 de la mañana.

-Así fue como me comprometí, porque en los hechos acepté…

El practicante Meneses no era comunista y después que perdió Alessandri todos se burlaban de él y como trabajaba en carabineros y estaba molesto con la institución lo acusaron de comunista.

En la noche del 24, estaba con mi señora sólo, cuando a las dos de la mañana comienza un tiroteo muy grande a tres cuadras de la casa, muy cera, ta, ta, ta, …(…)

Estábamos en eso cuando a las dos de la mañana, golpea la puerta un chiquillo como de once o doce años.

-Salí a abrir la puerta y el chico repetía.

-Dr. Mi mamá, mi mamá.

-Dr. nosotros vivimos al frente del batallón Esmeralda y mi mamá se asomó a la puerta y ahí está votada en el suelo, de ahí acompañé al cabro a buscar a su mamá.…

- (…) efectivamente estaba la señora en el suelo. La arrastré hasta la vuelta de la esquina. La tomé en mis brazos y llegué al hospital. El chiquillo iba a mi lado, no podía ayudarme. En el trayecto al hospital mucha gente se asomó a las ventanas a ver…y me vio que venía desde la calle del regimiento.

“En el hospital … hice levantar a la gente y preparar el pabellón. La señora tenía varias heridas. La alcance a abrir y , llamé al médico , llegó al hospital como las siete de la mañana…después llegaron otros médicos y me fui a dormir a mi casa.”

“Cuando estaba durmiendo llegaron los carabineros a buscarme y llevarme preso., porque mucha gente fue a denunciarme que yo venía de la puerta del regimiento, lo que era cierto, yo había estado arrastrando a la señora para llevarla al hospital.

“Encarcelado junto a otros compañeros, a quienes nos hicieron pasar por un simulacro de fusilamiento durante los interrogatorios, salí bien en las declaraciones dadas en el Consejo de Guerra.”

“(…) a los únicos que nombré, además del capitán Villouta, que lo había visto en la reunión aquella, era gente que estaba muerta.(…)yo me saqué buena nota como declarante, salí con prestigio público…(…)”

“En Copiapó, no había organización comunista, sólo gente que se decía comunista o lo acusaban de comunista…”

“Donde había organización partidaria, comunistas organizados, era en Vallenar, pero allí no hubo ningún conato revolucionario.”

“Lo que pasó, fue que en Copiapó el Intendente Víctor Manuel Igualt, era radical, pero reaccionario y, entonces con Villouta y otros habían complotado sabiendo que había un intento de los alessandristas, dijeron esta es la oportunidad para matar a todos estos revolucionarios”.

Avisaron a Vallenar y ahí en Vallenar el capitán de Carabineros y los Guardias Blancas (integradas por comerciantes principalmente) tenían ubicadas algunas células del Partido Comunista. Ellos se pusieron de acuerdo que mientras se producía el asalto al Batallón Esmeralda en Copiapó, en Vallenar donde no había ningún movimiento, fueron a buscar a los comunistas, a sus casas los detuvieron, los sacaron y los llevaron a unas ruinas que había a unos cientos de metros de la ciudad. Todo esto sucedía en la madrugada del 25 de diciembre. En esa casona los mataron (…) Después se publicó que el levantamiento había sido en Vallenar, y en Vallenar no hubo lesiones, ni asalto ni nada…

Los carabineros, los Guardias Blancas y las Milicias Republicanas pasaron a ser héroes que habían luchado contra los comunistas. Pero todo era mentira porque no hubo ningún levantamiento en Vallenar. El héroe real era Jorge Neut Latour fue defensor de todos y descubrió la verdad (…)”.

Un día pasó algo extraordinario, el teatro estaba lleno y sucedió la escena más dramática que usted pueda imaginarse…yo la presencié…vivida por mi…(…)era uno de los últimos días de diciembre..o posiblemente en año nuevo (…), se adelanta Jorge Neut Latour y dice:

-Ruego al Tribunal tome nota de lo que voy a decir, porque yo soy Jorge Neut Latour, abogado, titulado, casado. Pido al Consejo de Guerra que ordene la prisión, por que yo acuso, voy acusar de asesinato, aquí al señor Intendente de la Provincia sentado en la primera fila, Víctor Manuel Igualt (-oiga, y lo apuntó con el dedo…), lo acuso formalmente con toda la responsabilidad que ya he dejado constancia; que se tome preso e incomunique al capitán Villouta y al capitán Bull de Vallenar… y así nombró a otros comprometidos en el complot.

Villouta fue condenado a 10 años de prisión y el capitán Bull de Vallenar fue condenado a presidio perpetuo… quedó demostrado, por eso, esas condenas.

Hubo Corte Marcial después del Consejo de Guerra, a raíz de la denuncia y acusación del abogado Latour.

La Corte Marcial dejó clarito todo, y todo está documentado. No estoy hablando de cosas en el aire, es lo que sucedió y es el vuelco que dio el proceso.

Los acusados fueron dejados en libertad, el capitán Villouta, alejado de la institución y condenado a 10 años de prisión, Bull quedó fuera de la institución y terminó en el manicomio.

Parte de esta entrevista y lo expuesto servirá para comprender mejor el suceso del pasado que no podemos ignorar, sabiendo que ocurrieron en Atacama y forman parte de la historia, no es un hecho aislado sino que no se le ha dado la importancia necesaria dentro de la globalidad de la historia nacional.