DERRAME DE PETROLEO, ISLA GUAMBLIN, ARCHIPIELAGO LOS CHONOS, 
AISEN, 10 DE JUNIO DE 1973




LAS DESCONOCIDAS HISTORIAS DE LOS TRES PRINCIPALES DERRAMES DE PETRÓLEO EN CHILE

(El portal de los expertos en prevensión de riesgos, www.sigweb.cl)

“Era una noche gélida, de granizo y viento”. Es lo primero que recuerda uno de los rescatistas de los 37 náufragos del petrolero liberiano "Napier" que el 10 de junio de 1973 encalló en la isla Guamblin (Aysén) y liberó cerca de 30.000 toneladas de petróleo.

Lo relata el cabo Luis Barrientos, que en ese entonces era un operador de "El Lautaro", un patrullero de la Armada que llegó al lugar para atender la emergencia. No fue fácil: el equipo rescatista viajó dos días usando cartas de navegación, con ayuda radial de un mercante cercano y de la Base Naval de Puerto Montt.

Luis Mesías era el comandante de "El Lautaro". “Al llegar, había una tempestad enorme. Esperé que pasaran tres olas grandes y atraqué. Cuando tiramos las espías (sogas de amarre) para rescatar a la tripulación, pensé que nos meteríamos debajo del "Napier", algo fatal. "El Lautaro" subía y luego bajaba hasta la hélice del petrolero, que salía del mar”, relata Mesías, hoy de 74 años.

Casi todos los náufragos eran de procedencia griega. Mesías –que recibió la Medalla al Valor por parte de la Armada de Chile- les dió una sopa cuando subieron a "El Lautaro".

"El Napier", un poderoso buque tanque, fue el primer barco que causó daños ambientales en Chile: derramó cerca de 30.000 toneladas al encallar en la Isla Guamblin, hoy una Reserva Nacional de la Península de Taitao, Aysén, sector de fiordos, hielos eternos y fauna nativa. La nave viajaba desde Arica al Estrecho de Magallanes –aunque su destino final era Brasil- cuando esa noche de junio de 1973 varó y comenzó a hundirse.

La situación de mar era mala: había mucho viento y las condiciones para uso de elementos químicos de neutralización eran inexistentes. “Se optó por lo más rápido: bombardear la nave con misiles para que se consumiera el crudo”, cuenta Mesías.
 
Tras una reunión con científicos de la Armada y la Universidad Católica de Valparaíso, el Ministerio de Defensa ordenó a la Fach el bombardeo. Una flota de Hawker Hunter perforó con balas la cubierta del petrolero y lo hizo explotar con misiles. “El Napier fue bombardeado para incendiar el petróleo e impedir que penetrara en aguas interiores de Chiloé, lo que habría sido nefasto por sus efectos socioeconómicos”, afirma Sergio Palma, doctor en Ocenoagrafía Biológica de la Universidad Católica de Valparaíso, experto en derrames.


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