INCENDIO EN IQUIQUE
PRIMEROS MARTIRES DEL CUERPO BOMBEROS DE IQUIQUE
5 DE JULIO DE 1929
Un incendio de grandes proporciones fue el que se declaró en la mañana del 5 de Julio de 1929 en calle Unión entre Vivar y Barros Arana, el que redujo a escombros siete casas de habitaciones completamente ocupadas y que provocó enormes perjuicios en el corazón de toda una manzana.
La alarma fue accionada por Carabineros a la 10.10 horas y la extensa columna de humo era visible desde toda la ciudad. El incendio que se originó producto de la inflamación de un anafre a parafina y que se extendió hacia un depósito de alquitrán no pudo ser controlado en sus comienzos. Las compañías acudieron con la presteza debida tan pronto les fue dada la alarma en pocos minutos todos los grifos de las cercanías fueron utilizados, extendiéndose mangueras en forma conveniente para centralizar el fuego en determinados puntos, pero todos estos esfuerzos se vieron dificultados por la total y absoluta carencia de agua. Basta decir que el agua levantada por los pitones no alcanzaba ni siquiera los dos metros de altura, mientras el fuego, favorecido por una ligera brisa, seguía tomando mayores proporciones aumentando la hoguera y comunicando las llamas a las casas continuas. En vista de la falta de agua, se dispuso hacer llegar hasta el sitio siniestrado los modernos bombines, con que contaba la Compañía Germania Nº 2. Mientras tanto, los voluntarios procedieron a hacer obra de salvamento, utilizando hachas y ganchos para derribar algunos tabiques con el fin de detener el fuego.
Después de largos minutos de haberse iniciado el siniestro, se pudo contar con la eficaz cooperación de los bombines, por lo cual se atacó el fuego por calle Unión como por Manuel Rodríguez y, a pesar del inconveniente anotado, pudo controlarse el fuego cerca de las 11:30 horas, momentos en que ocurre un grave accidente, con motivo del derrumbe de una muralla de material sólido que cayó sobre varios voluntarios de distintas compañías que trabajaban en la extinción del siniestro. A consecuencia de ello, los voluntarios fueron auxiliados de inmediato, trasladándoseles en el carro ambulancia de la compañía Arturo Prat Nº 9 hasta el Hospital de Beneficencia.
Los voluntarios heridos a consecuencia de la caída de la muralla fueron los siguientes:
· - Julián Lafuente, Compañía Germania Nº 2
· - Jorge Díaz, Compañía Germania Nº 2
· - Humberto Jorquera, Compañía Dalmacia Nº 5
· - Vicente Gómez, Compañía Dalmacia Nº 5
· - Juan González, Compañía Sargento Aldea Nº 6
· - José Rodríguez, Compañía Zapadores Nº 8
· - Santiago Malebrán, Compañía Zapadores Nº 8
· - Manuel Fuentes, Compañía Victoria Nº 11
· - Manuel González, Compañía Iquique Nº 12
· - Fermín Céspedes, Compañía Iquique Nº 12
En el lugar se siguió combatiendo el fuego y, cerca de las 12:00 horas pudo sofocarse el siniestro, causando el incidente anterior una profunda consternación en todo el Cuerpo de Bomberos. De esta lista, tres voluntarios quedaron hospitalizados, dos de ellos en estado de gravedad, Fermín Oscar Céspedes y Manuel González Véliz. En la tarde del mismo día los voluntarios fueron visitados por el Superintendente y por el Comandante, además de los Oficiales y voluntarios de la Compañía Iquique Nº 12 a la cual pertenecían Céspedes y González, los cuales fallecerían producto de las graves heridas recibidas en el lamentable accidente.
Producto de las graves heridas dejó de existir en el Hospital de Iquique a las 13:55 horas, del domingo 7 de Julio el voluntario de la duodécima compañía don Fermín Oscar Céspedes, el abnegado voluntario no pudo resistir las quemaduras y lesiones que le causaron la muerte. Céspedes era fundador de la Iquique Nº 12, se desempeñaba en su profesión de sastre y siempre se destacó dentro de la compañía. Al momento de su muerte tenía treinta y tres años de edad y había recibido premio por diez años de servicio.
A las 12:45 horas del martes 9 de Julio falleció en el Hospital de beneficencia el voluntario de la duodécima compañía Manuel González Véliz, la segunda víctima del trágico incendio de Calle Unión. González, también fue aplastado por una muralla de material sólido, por lo que resultó con graves quemaduras en todo su cuerpo, las que le provocaron la muerte. Manuel González de solo 18 años de edad, era un conocido lustrabotas de nuestra ciudad, había ingresado a la Compañía el 27 de Julio de 1927 y su único premio fueron sus buenos sentimientos de acudir con presteza a salvar a sus congéneres, ya que por ser tan joven no había logrado aún otra distinción.
Tras su muerte a estos hombres se les tributó con los Honores de Miembros Honorarios y caídos en cumplimiento del deber, fueron sepultados en el Cementerio General, mausoleo de la Institución. En 1972 por ley de la República se dio un nuevo nombre a la Calle Unión, “Mártires Céspedes y González” en expresión de sentida gratitud por la acción que en vida llevaron a cabo. En 1965, para perpetuar sus nombres, la Ilustre Municipalidad de Iquique levantó un monolito en el mismo lugar de la tragedia.
A las 12:45 horas del martes 9 de Julio falleció en el Hospital de beneficencia el voluntario de la duodécima compañía Manuel González Véliz, la segunda víctima del trágico incendio de Calle Unión. González, también fue aplastado por una muralla de material sólido, por lo que resultó con graves quemaduras en todo su cuerpo, las que le provocaron la muerte. Manuel González de solo 18 años de edad, era un conocido lustrabotas de nuestra ciudad, había ingresado a la Compañía el 27 de Julio de 1927 y su único premio fueron sus buenos sentimientos de acudir con presteza a salvar a sus congéneres, ya que por ser tan joven no había logrado aún otra distinción.
Tras su muerte a estos hombres se les tributó con los Honores de Miembros Honorarios y caídos en cumplimiento del deber, fueron sepultados en el Cementerio General, mausoleo de la Institución. En 1972 por ley de la República se dio un nuevo nombre a la Calle Unión, “Mártires Céspedes y González” en expresión de sentida gratitud por la acción que en vida llevaron a cabo. En 1965, para perpetuar sus nombres, la Ilustre Municipalidad de Iquique levantó un monolito en el mismo lugar de la tragedia.